Queridos Reyes y reinas del Oriente todo,
Como os podéis imaginar, y siguiendo mi costumbre NO he sido
rematadamente bueno. Pero tampoco malo. Y eso, ya es mucho. La mayoría de la
gente es buena, pero tampoco mucho. Y reciben regalitos durante las navideñas
fiestas. Y la práctica totalidad de la clase política es bastante mala, y esos,
si no reciben regalitos, ya se encargan ellos de arramblar con lo que les pete.
Y si creéis que no es así, me parece que seréis parte de la realeza, pero desde
luego no vivís en el mundo real.
O sea, que todo el mundo recibe regalos, o se los coge
directamente. Pues yo también quiero,
aunque no haya sido especialmente bueno ni rematadamente malo, aunque el calor
de Alicante a veces ablande las neuronas.
Pero como tengo una parte buena, quiero ponérselo muy fácil
a mi rey personalizado.
Quiero….. lo que sea. Lo que le pete. Lo que crea que
me puede gustar. Lo que le haga ilusión regalarme. Lo dicho, lo que sea.
Pero por si acaso no tiene ideas, le dejo algunas.
Quiero una bola de esa de ver el futuro, tengo curiosidad
por saber si me va a seguir doliendo la espalda y donde voy a vivir el año que
viene.
Quiero una varita mágica que me quite de golpe los 8 ó 15
kilos que me sobran, asi, sin régimen ni nada, que por eso quiero que sea
mágica. Y si no se encuentra en el mercado de oriente, que sea una varita
milagrosa que me quite los kilos, que me estoy quedando sin ropa de mi talla.
Quiero que mis padres estén bien de salud y que mi padre
vuelva a bailar y a escalar y cocinar tartas de ruibarbo, como siempre
hizo.
Quiero que el atleti gane la liga. Bueno, esto es fácil.
Quiero que el Madrid baje a segunda. Bueno, esto no, que su afición no tiene la
culpa. Que baje solo Mourinho.
Y algun libro. En papel. Por ejemplo “La civilización del
espectáculo” de Mario Vargas Llosa. O bien alguno de los diez mejores del año
pasado según El Pais. Este es el
link http://cultura.elpais.com/cultura/2015/12/17/babelia/1450366041_247687.html
Y ya, gracias anticipadas y perdón por la chapa.
Pablo
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